Cuando nos proponemos a llevara cabo un cierto régimen alimenticio para controlar nuestro peso siempre es importante saber como va a asimilar neustro organismo estos nutrientes y evaluar como reacciona nuestro metabolismo frente a una u otra dieta.
Cuando no hacemos caso a lo que nuestro cuerpo necesita, comemos lo que le hizo bien a una amiga o lo que le funciono a fulanita, pero después de esto te has dado cuenta que no has logrado bajar casi nada y que al contrario has aumentado en poco tiempo el doble de lo que perdiste la semana anterior …¿A qué se debe tanta injusticia ? AVERIGUÉMOSLO JUNTAS
Primero hagamos un análisis de lo que nuestro cuerpo necesita y de lo que estás consumiendo en casa ..lista? Ahora cheka lo que tienes que consumir …
Fibra
La fibra tiene muchos usos en nuestro cuerpo. Le agrega volumen a nuestra dieta. Esto se debe principalmente a su capacidad para absorber una importante cantidad de agua. Prepara sopas de frijoles, lentejas, garbanzos o añade estos alimentos a tus ensaladas y guisados. Las frutas y los vegetales son postres y acompañamientos, respectivamente, que añaden fibra a una dieta sana.
Agua
Durante una dieta generalmente se reduce el volumen de alimentos y con ello de líquidos, por este motivo debes aumentar la ingesta de agua para mantener tu cuerpo hidratado y depurado. Así, se eliminan productos de desecho y residuos de sal estancados en el cuerpo. Al menos, dos litros por día.
Postre
En lugar de un postre endulzado, disfrute de una fruta fresca. Agréguele zanahoria rayada a la ensalada de repollo y a otras ensaladas (esto también agrega vitamina A).
Disfruta más allá de la mesa
Come despacio, saborea cada bocado, piensa que el banquete para ser festivo no debe ser pesado. Deléitate con la calidad de los alimentos, más no con la cantidad.
Refrescos
Decirle adiós a las bebidas con azúcar y gas. Un vaso de gaseosa equivale a un alfajor. Adoptar las versiones light, aunque el gas siempre hincha.
Para picar algo dulce
Prueba congelar trozos de fruta: banana en rodajas, trozos de manzana o pera, frutillas, cerezas, guindas. Cuando tenga ganas de saborear algo dulce, cómalos como mini helados naturales.
Comer verdura en abundancia
Y mucho mejor si está cruda. Engorda poco o nada, por eso, se pueden incorporar en la cantidad que se quiera. Siempre son preferibles las siguientes: lechuga, tomate, cebolla, espárragos, calabazas y otros vegetales “verdes”.
Acompaña con mesura
Sé moderada con las salsas, guarniciones y todo lo que no sea esencial, porque aumentan enormemente la cantidad de calorías.
Balanza
No vivas obsesionada con la balanza, pésate solo una vez por semana para notar la pérdida de peso. Utiliza siempre la misma balanza, pésate antes del desayuno, y de preferencia solo con ropa interior para llevar un registro preciso.
Adiós a los ataques de hambre
Si se está deprimido o demasiado ansioso, resulta difícil respetar una dieta. En estos casos, se recomienda llenar la heladera con productos bajas calorías.
Hablar de lo que no puedes comer sólo te dará más hambre. Que la comida no sea su único tema de conversación.
Al llegar a casa después de un día de trabajo tómate un té caliente y date una ducha. Cuando salgas olvidarás la idea de abalanzarte sobre la heladera para comer cualquier cosa sin pensar.
Trata de ir al supermercado cuando no sientas hambre y sentirás menos tentación por comprar alimentos ricos en azúcar, calorías o grasas.
Un plato de sopa liviana o una ensalada de hojas antes de la comida te ayudarán a reducir el apetito y la cantidad de alimentos que comerás luego.
No prometas no tocar nunca más una galleta o un pastel. Proponte mejor un límite razonable de una o dos veces por semana para incluir alguna pequeña porción de estos postres.
Para los momentos en que necesitas desesperadamente comer algo dulce ten siempre en la heladera gelatina dietética para poder comerla sola o mezclada con frutas picadas, yogur del mismo sabor o crema light.
LAS SUSTANCIAS VITALES EN TODA DIETA
La dieta sana es aquélla que se relaciona con los alimentos ricos en antioxidantes, como flavonoides, polifenoles, vitamina C y E, carotenos, magnesio y zinc, selenio, licopenos y ácidos grasos, además de Omega 3.
Los antioxidantes equilibran el número de radicales libres en el organismo, retardando el envejecimiento de las paredes de las membranas celulares.
Las fuentes más abundantes de betacaroteno y vitaminas C y E son la zanahoria, el zapallo, la palta y los cítricos como naranja, limón, ciruela y piña, entre otros.
Para que realmente sea efectivo, se requiere de su consumo diario y es recomendable mezclar las vitaminas que contienen estos alimentos. Siga estos consejos:
Incluya por lo menos una gran ensalada al día. Mientras más verde la hoja, más antioxidantes contiene. Coma una o dos nueces o castañas al día, en promedio, la nuez contiene más que el valor diario del mineral antioxidante llamado selenio: 70 microgramos, también coma un puñado de semillas de girasol o de ajonjolí por día, y además las otras nueces, es una fuente natural de vitamina E.
Coma, por lo menos, una porción de brócoli, una zanahoria y un tallo de apio al día. Todas estas verduras tienen mucha fibra. El brócoli y las zanahorias también son altas en betacaroteno, el poderoso antioxidante que el cuerpo transforma en vitamina A.
El apio tiene mucha apigenina, una sustancia química que expande los vasos sanguíneos y puede ayudar a prevenir la presión alta.
Beba por lo menos dos tazas de té de hierbas antioxidantes por día; sugiero el orégano, el romero, el toronjil, la menta y la salvia porque contienen niveles importantes de antioxidantes.
Junto con estos consejos sencillos suministre vitamina C que puede asimilar en los jugos de cítricos y otras frutas como fresas y papaya; sin embargo recomiendo un suplemento de 1 gramo diario.
El selenio es importante para la captura los radicales libres que provocan muchas enfermedades y protege de los procesos de envejecimiento y fortalece el efecto de las vitaminas A, C y E.
Encontramos selenio en el coco, en los gérmenes de trigo, frijol de soya, pan integral y hongos. Recomiendo un suplemento de selenio de 50 microgramos.
El magnesio es un mineral importantísimo para el funcionamento de los vasos sanguíneos y para organizar la provisión de oxígeno de las células; evita los espamos musculares, la migraña, protege el corazón. Es un regulador natural de todo el organismo.
Cuanto más magnesio se encuentre en la sangre, más productivos seremos. El Dr. Ulrich Strunz en su libro Por siempre joven, dice que el magnesio es un auténtico mineral para la juventud. Teniendo suficiente cantidad de magnesio, la irrigación del cerebro será mejor y mejorará así el sueño profundo, es decir, la fase del sueño que le permite al cuerpo cargar el combustible de la juventud.
Recomiendo tomar un suplemento de 2 dosis de magnesio puro de 2 gramos cada una. El ácido fólico es esencial para que el cuerpo produzca los elementos que forman nuestro material genético.
También forma varios aminoácidos. El requerimiento de ácido fólico lo puede encontrar en el germen de trigo, espinacas, lechugas, lentejas, cereales, brócoli y paltas; sin embargo no es suficiente. Recomiendo un suplemento de 800 microgramos diarios para este programa de rejuvenecimiento.
ES MALO COMER EN LA NOCHE
Existe entre nosotros la vieja idea de que comer de noche nos hace engordar porque luego no quemamos calorías, sin embargo, este concepto no tiene mucho de cierto ya que omite detalles importantes de nutrición básica, fisiología digestiva, endocrinológica y metabólica. En pocas palabras, ignora por completo el correcto funcionamiento de nuestro cuerpo.
En principio, una caloría cumple la misma función a cualquier hora del día, es decir, determina una cantidad de calor o energía luego de ser asimilada por nuestro cuerpo para que las células mantengan sus funciones básicas. Si bien durante la noche descansamos a través del sueño, nuestro cuerpo no deja de funcionar. Mientras dormimos, nuestros órganos siguen trabajando (aunque a un ritmo más lento). Si no tuviéramos calorías, le exigiríamos demasiado para sostener sus funciones. Las consecuencias de eso serían contraproducentes y terminaríamos enfermándonos.
Es por eso que cada tres o cuatro horas nuestro cuerpo siente hambre, de tal manera que el concepto tradicional de las tres comidas al día actualmente se ha reemplazado por el de tres comidas, y entre ellas, dos pequeñas meriendas. Esto nos permitirá sostener todas nuestras funciones corporales tanto de día (las que se ven incrementadas por nuestra actividad física y mental propias del trabajo y movimiento) como de noche, en donde el gasto de calorías es menor porque sólo descansamos.
Bocaditos nocturnos
Hay un desorden de alimentación y sueño que dentro de la psiquiatría se conoce desde 1999 como el “Síndrome del comelón nocturno”. El perfil de la persona es el de un paciente ansioso, depresivo, con insomnio y que se puede despertar tres o cuatro veces para comer en la noche. Por lo general estos individuos son obesos, y ese exceso de masa corporal no es otra cosa que consecuencia de la ingesta excesiva de calorías por el tipo de comida que consumen. Esto no tiene nada que ver con el hecho de pensar que comer de noche engorda. No hay nada más falso que pensar que para bajar de peso hay que dejar de comer.
Si me tomo la libertad de explayarme tanto con explicaciones es porque creo que ustedes deben tener las cosas claras para elaborar sus propias conclusiones y no creer algo por creer. Por otro lado, no le hagan caso a leyendas urbanas que además de alejarlos de la realidad pueden poner en riesgo su salud. El comer de noche es tan importante como almorzar (de lo cual ya hablaremos) o como desayunar, pero más importante que eso es saber qué y cómo alimentarnos de noche para mantenernos en buenas condiciones de salud:
Nunca coma muy tarde y deje siempre un par de horas para poder descansar.
Procure que su dieta nocturna contenga una mayor cantidad de alimentos ligeros y bajos en calorías (ensaladas, frutas, cereales, infusiones).
Evite los carbohidratos (pan, arroz, fideos) ya que dan un aporte alto de calorías y puede que estas no sean quemadas en su totalidad, convirtiéndose en grasa y a la larga, en sobrepeso.
Evite los condimentos fuertes, las grasas, el licor, las bebidas gaseosas y el café en exceso, sobre todo si usted es mayor, adolece de problemas gástricos.
Elija porciones pequeñas.
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